
Nos encontramos frente a un área gris cuando debemos tomar decisiones en las cuales el contexto no esta propiamente delimitado por la ley, es por ello que tenemos la libertad de actuar según parámetros que determinarían si nuestra decisión sería la correcta o la incorrecta. O también está referida a que en algunas circunstancias las empresas realizan acciones que están dentro de la ley pero que no son éticas. En el momento que aparece un vacío de ley, uno puede aprovecharlo de ese vacío que podría traernos consecuencias pero que, finalmente acarrea consecuencias que debemos asumir con responsabilidad. En el caso de HealthSouth hubo muchas personas que viendo estos vacíos actuaron a favor de su propio beneficio, sin evaluar lo que era ético para ellos y para la empresa, algunos otros lograron identificar la decisión más éticamente correcta y optaron por tomar ese camino, asumiendo responsabilidad y consecuencias.
Por ejemplo, dentro de HealthSouth, hubo muchos funcionarios que esperaron a que la justicia los encontrara culpables para luego sentenciarlos, mientras que hubo otros que voluntariamente se declararon culpables y colaboraron con las investigaciones; tal como lo menciona el diario Prensa; “(…) en un caso presentado por el Departamento de Justicia, cinco ex empleados de la empresa admitieron que manipularon los libros de contabilidad de la empresa entre 1999 y 2002, y aceptaron cooperar con las investigaciones.” Si analizamos el caso de los últimos empleados mencionados podemos distinguir que se enfrentaron ante una situación en la cual la ética iba más allá de la ley. La justicia en este tipo de casos tiene un proceso de investigación que determina, finalmente, a los culpables del delito. Si bien los empleados pudieron esperar el transcurso de las investigaciones, deseando con mucha fe que finalmente no fueran encontrados culpables, la ética los llevó a apresurar el procedimiento y declararse involucrados con el fraude.
Por otro lado, Ernst & Young, empresa encargada de la auditoría de HealthSouth también estuvo implicada en el caso del fraude. Antes de demostrarse su libre participación, se declaró inocente manifestando que se ocultó información relevante para el adecuado asesoramiento y fiscalización contable de la corporación. Sin embargo, si la ley no está claramente definida en ese ámbito, es decir, si no están claras las obligaciones y responsabilidades de la auditora, ella debió actuar éticamente pidiendo y exigiendo el acceso a la información, de tal manera que evitaría lo que por muchos años fue un engaño hacia los accionistas. La actitud de Ernst & Young demuestra responsabilidad en el fraude, pues si bien la ley no pide que este tipo de empresas certifique la autenticidad de la información, el haberlo hecho hubiera cambiado el rumbo de la empresa e incluso muchísima gente no hubiera salido perjudicada financieramente.